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Belle Époque

LOCKED-IN SYNDROME

-¿Paul, me podrías por favor coser la cabeza?- Preguntó Nijinsky mientras reposaba en el Bellevie Sanatorium du Kreuzlingen, donde pasó sus últimos años tras ser diagnosticado de esquizofrenia paranoide y de manía persecutoria, -Sr. Nijinsky, hemos detectado que su cuerpo tiene un exceso de conexiones superfluas- respondió la enfermera a cargo.

 

El anonimato de personajes desequilibrados y fanáticos, sumado a la pérdida de poder de los referentes tradicionales, desarrollaron nuevos valores en la sociedad europea durante la Belle Époque; de tal manera que la población prolongó sus tiempos de ocios entre las diferentes ciudades especialmente París. Las nuevas corrientes y otras conductas antes ocultas salieron a flote, permitiéndole a las generaciones sentirse cada vez más libres.

Chocante o no. Deslumbrante o no. Difícil de asimilar o no. Las personas tenían que adaptarse. La Belle Époque era sin duda una época de modernismos y espectáculos a flote.

 

Nijinsky un bailarín de ballet y coreógrafo, tuvo que digerir y asimilar múltiples acontecimientos difíciles, vivenciados durante todo el transcurso de su vida, que poco a poco hicieron de él, el mayor intérprete de personajes. Hasta tal punto, de absorberlos y representarlos como sus propias personalidades. Su cuerpo, duro como un riel de ferrocarril, pero ligero como una pluma; le permitió desenvolverse por más de un escenario junto a grandes bailarinas como Tamara Karsavina y Anna Pavlova, deslumbrando en todas sus presentaciones a sus espectadores.

 

Durante los ensayos de Petrushka, Nijinsky empieza a recordar a través de la música de Stravinsky como todo su cuerpo ardía en llamas en el teatro Mariinski. Nijinsky al ver que todos los telones se quemaban, debido a que la emperatriz de Rusia María Fiódorovna Románova tiraba cigarrillos desde el balcón vip; los cuales evidentemente se encontraban prendidos. El, muy aterrorizado ante semejante acontecimiento, empieza a temblar y a sudar semen. Sencillamente todos los participantes desesperados, no ven la manera de salir corriendo del espectáculo. El olor y las ondas, iban y venían. Retumbando fuertemente entre el fuego y el cuerpo de Nijinsky, haciéndolo bailar. Desesperado por no quemarse, intenta elevar su cuerpo al ritmo de la música, pero finalmente se da cuenta de que lo único que no se estaba quemando era su cuerpo y que la única opción para salvarlos es la masturbación.

-Sr. Nijinsky, soy doctora, no modista.- Dice la doctora fuertemente. -Es hora de tomar los medicamentos- le recuerda su enfermera, en un tono de voz muy paciente. Acostumbrada a advertirle, que la única visión de que un gran diseñador le enmiende la cabeza está en su mente. -Tienes esquizofrenia Vaslav- reafirma Romola su esposa mirándolo fijamente. - Amor mío esto no es esquizofrenia, es mi cerebro queriendo estar eternamente interpretando personajes por el resto de mis días.- susurra tras mandarse los medicamentos con un vaso de agua fría.

Referentes

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